Y no hay mejor chisme que el que no me han contado,
es un gran secreto ese que llevas escondido
y por el cual, es el tomar vino tu castigo.
Y por mi ausencia tu corazón se ha emborrachado.
Y si preguntas: si tanto mal, ¿por qué no parto?
Ya que nadie me ha confirmado tu descarrío
me basta ver lavar tus pecados en el río.
Y mientras admiro tu cuerpo, maquino un rapto.
Bellísima plebeya hermana de mi escudero,
te entrego pasión ciega que te encandelilla
a ver si dejas el vino que es un embustero.
Me has pedido un beso y te escribo un verso con rima.
Y si tienes cerrojo, dejo de ser soltero,
aunque en este pueblo comience la comidilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario